Legislación, responsabilidad sobre el uso de CBD

Según la legislación española, desde enero de 2018, el CBD no puede ser comercializado como suplemento alimenticio y no es considerado apto para el consumo humano.

Sin embargo en otros países, la ley permite tomar el aceite de CBD sublingual o como complemento alimenticios, en unos países el CBD es bueno y en otros no, o simplemente las leyes en cada país tienen unos intereses u otros, no lo sabemos.

En Green Onix, ya que comercializamos desde España, nos vemos obligados por la ley a advertir de que el CBD debe ser únicamente de uso tópico, para decoración o como un objeto de coleccionista.

Uso legal del CBD en España:

Para disfrutar de los efectos del aceite de cbd, debemos poner las gotas necesarias sobre la zona afectada. En caso de buscar un efecto relajante y/o de ayuda al sueño, debemos poner las gotas necesarias sobre el pecho y masajear de manera suave. 

Para disfrutar de los efectos de las resinas y flores de CBD deben abrirse de su envoltorio original y dejar que sus aromas sean detectables por el sentido olfativo. Sus aromas potencialmente generan sensaciones actuarán sobre el sistema endocannabinoide.

La confusión en cuanto a las indicaciones de uso nace de las diferencias legislativas entre los distintos países. Muchas de estas marcas pueden explicar ambos usos del cbd, tanto tópico como de consumo humano.

El cliente debe entender su responsabilidad como consumidor en el marco legal español.

Green onix no se hace responsable del uso fuera del marco legal actual Español de cualquier producto vendido en la web www.greenonix.com.

UN BREVE RESUMEN:

El cultivo y la venta de productos con CBD son legales en España, siempre que su uso esté dentro de la ley, que hemos explicado un poco más arriba.

Cualquier producto que sea obtenido de la planta del cannabis, y se comercialice en Europa, tiene que proceder de cáñamo industrial, su contenido de THC tiene que ser menor al 0,2%, asegurando que en ningún caso el producto producirá efectos psicotrópicos.

La Organización Mundial de la Salud ha confirmado públicamente que el cannabidiol es un producto seguro, no adictivo, que no genera efectos secundarios graves y con propiedades terapéuticas reales.